Hola
Les quiero compartir una nota que me intereso mucho y que compartio en su facebook una amiga.
Mi querida menstruación
Nunca imaginé escribirle a ella, pero aquí estoy. A veces cuando perdemos algo, cuando se va o
cuando nos lo arrebatan, recién vemos el valor y la función que tenía para
nosotros.
Recuerdo perfectamente el día que me “hice señorita”, que feliz, se lo conté
a todo el mundo, ya era grande!!! Y podía
hacer cosas de grande. A los 20 minutos me quería morir, nunca me imaginé que dolía
así, no me avisaron. A partir de ese día la menstruación me acompaño más de la
mitad de mi vida, más o menos, creo.
Muchas vece pensamos que la menstruación es una “sucia incomodidad” estamos
“indispuestas”, y nos obliga una vez por mes a hacer cambios, soportar dolores,
cansancio, tomar medicación y en algunos casos a meternos en la cama y hacer
reposo absoluto. Interfiere con tu
sexualidad, impide que hagas deportes libremente, reduce a cero tu nivel
energético, y lo peor nos provoca cambios de humores inesperados y altamente
irritativos para nosotras y para todos los que nos rodean. Es un proceso caro, comprar apósitos,
analgésicos, tampones (si conseguís).
¿Estuvieron alguna vez consientes, felices y alegres por haber menstruado?
Ya se…no por la tranquilidad de no estar
embarazada, sino simplemente por el
hecho de sangrar y saber que sos una mujer, fértil y sana.
La sangre que perdemos todos los meses no es solo el deshecho del revestimiento
del útero preparado para albergar al posible bebe, la sangre es vida. Vida que
todos los meses sedemos un poco y que
mágicamente renovamos, nos recuperamos y volvemos a vivir un nuevo ciclo. Es por eso que el hecho de menstruar debería
ser sublime, casi sagrado, deberíamos vivir en conciencia total y debería
ocupar un lugar muy importante en nuestras vidas.
La menstruación es el signo femenino por excelencia, marca un ritmo mensual
del cual depende la salud física y psíquica de todas nosotras y suprimirla,
retrasarla, anularla o ignorarla no es para nada conveniente.
Lo que muchos de nosotros no sabemos es que la mujer es una Diosa en la
tierra, siguiendo sus ritmos y los de su satélite, la luna; es una con la
“pacha mama”, y somos altamente poderosas.
En otras culturas el sangrado mensual es considerado sagrado y es para la
mujer, tiempo de recogimiento y
meditación. Símbolos relacionados con lo
femenino hallados en excavaciones de
Europa y el cercano Oriente sugieren que los pueblos de la antigüedad,
veneraban a la mujer y a sus procesos corporales. Las hemorragias mensuales femeninas eran
motivo de ritos, y se les daba gran importancia a la sangre ya que se le atribuía
poderes mágicos. La palabra rito, deriva
de rtu, que en sanscrito significa menstruación. Era sagrada para los celtas, egipcios,
maoríes, y para los gnósticos, entre otros. Los indios americanos comprendían
perfectamente este proceso y las mujeres mientras menstruaban se retiraban a su
choza, solas para meditar, trabajar su
poder espiritual, descansar y aumentar su sabiduría.
Hoy todo es distinto, cambió, y en algunas cosas esta al revés: en vez de
enseñarles a las niñas que una vez por mes sus cuerpos se convierten en un
templo sagrado, les enseñamos que es algo molesto, sucio, que no estamos
libres, (por eso usamos “siempre libre con alas”). Habría que respetar ese tiempo en reposo, no
estaba tan mal el día femenino, descansar, meditar, orar y celebrar que tu
cuerpo se prepara para ser nido. En vez
de eso tomate un “evanol”, ponete un tampón y segui adelante como una mujer moderna que sos o
debes ser.
El tiempo de menstruar no es un periodo de debilidad, todo lo contrario, es
tiempo de rehacer, reconciliarnos, y valorar lo femenino, para poder seguir adelante.
Me pregunto: ¿la gran revolución feminista no esconderá sentimientos
contrarios a la verdadera femineidad?
Sería ideal que cada vez que menstruamos reflexionemos sobre la sangre que
perdemos y rápidamente reponemos preparándonos para dar vida de nuevo, una, otra,
y otra vez.
Liberándonos de los prejuicios, llenémonos de dicha, por la condición
femenina, por el hecho extraordinariamente mágico y misterioso de ser mujer.
Llenemos de respeto reverente hacia los secretos, las posibilidades y la
profundidad del ciclo menstrual. Relájate, descansa, observa, siente, la
próxima vez que sangres. Date tiempo
para vos en ese periodo, que sea “tu tiempo sagrado” tu ciclo personal dentro
del ciclo lunar, para que luego emerjas como la luna nueva renovada sin la
vieja piel.
Descubre la sabiduría interior de ser mujer y así mejorará tu vida, tu
salud, tu sexualidad, tu familia.
De la menopausia hablamos otro día.
Marcela Crivelli
Info: artículo Laura Owen Whola Earth
La luna y tu cliclo menstrual
La Luna es la Blanca Dama que desde el cielo nocturno derrama su plateada
luz, haciendo que vibren en nuestro interior, misterios que hace mucho tiempo
olvidamos. Asociada a la feminidad, despierta nuestra naturaleza mágica
original y nutre el alma femenina desde tiempos inmemorables. Ella rige
nuestros líquidos, nuestras emociones. Entenderla a ella es entendernos a
nosotros mismos.
En su perpetua danza alrededor de la Tierra, la Luna se repliega y
despliega sobre sí misma, revelándonos su rostro siempre cambiante. Ella gobierna
el aspecto más sutil de nuestra naturaleza femenina: LOS CICLOS HORMONALES. Con
ella nuestra feminidad se ilumina y alcanza la plenitud dadora de vida, para
luego apagarse hasta oscurecer completamente,donde muere y se descansa en forma
de recogimiento interior para gestar en la oscuridad de su útero una nueva
semilla. La luna solo nos muestra una parte, ¿que misterios nos brindan el lado
oscuro de la luna?
En la LUNA NUEVA, se anuncia el inicio de un nuevo ciclo. Nuestra energía
emerge renovada. Con ella damos aliento y vigorizamos el crecimiento de
nuestras semillas que ya empiezan a crecer en nuestros nidos interiores. En
este tiempo es donde nuestra semilla esta siendo preparada para ser engendrada.
En los ciclos de la mujer está ascociada a la ovulación. El tiempo donde
proyectamos nuestros deseos más porfundos, ser consciente de nuestros días de
ovulación nos brindan una oportunidad mágica de conectarnos con nuestras
semillas, hablar con ellas, programarlas hacia aquello que queremos dar vida o manifestar.
En la LUNA CRECIENTE, es el momento de máxima plenitud, es cuando nuestras
semillas están listas para ser plantadas, podemos ver como su energía aumenta
aumentando su receptividad para que la creación se manifieste. En la mujer está
asociada a la fertilidad, a la multiplicacion y expansión de la materia, a la
vida. Conocer nuestro momento más fértil nos permite sentir cuando es el
momento adecuado de engendrar la semilla para que crezca y florezca vigorosa y
fuerte.
En la LUNA LLENA , es cuando nuestra semilla germina y da el fruto, el
resultado de nuestro esmero y dedicación.
Cuando la mujer es enjendrada es envuelta por la magia de la luna, en el
momento de la concepción la influeincia de la fase lunar de ese día influirá en
el nuevo ser que viene. La luna nos informa de como el nuevo ser enfrentará a
su experiencia en este plano.
La Luna Llena es lo completo, lo entero. En la mujer está asociado a la
conexion con la tierra, a su menstruación entendida y respetada reconociendo
sus misterios y regalos, es el tiempo donde honramos nuestra femineidad,
entregando nuestro elixir a la madre tierra.
En la LUNA MENGUANTE, es el momento de replegarse al interior, de esperar,
de interiorizar y mirar dentro de nosotros, la luna menguante es el tiempo de
recogimiento e introspección que nos dará la fuerza y la visión para comenzar
el nuevo ciclo de gestación que comienza en la luna Nueva.
LUNA ROJA, Durante los días sagrados del Sangrado, dado que nuestra energía
se repliega hacia dentro, la Luna nos aconseja el recogimiento, para atender
nuestras demandas internas. Cuánto siento yo esta necesidad de quedarme en
intimidad con mi regla y mi ritmo, la sangre menstrual es sangre Fértil, llena
de vida que no ha sido engendrada por el hombre pero no por ello es un desecho
falto de vida. Tu sangre eres tú.
Vive tu menstruación con ilusión por los momentos íntimos y completos que
te aportará. Este sería el ciclo perfecto de nuestra menstruación: ovular en
luna Nueva y menstruar en Luna Llena. Nuestro útero sagrado está conectado con
la tierrra y con la luna, dentro de nosotras vive una luna que nos hace cambiar
y evolucionar a diario, concectate con tu Luna y decubrirás quien eres en
verdad.
Pídele a la luna que te regule tu ciclo con el de ella, pídeselo hasta que
se cumpla. La Menstruación es el delicado proceso a través del cual las mujeres
refinamos y purificamos nuestra Esencia Femenina. Abrimos nuestro canal
espiritual y renovamos nuestra capacidad creativa.
El poder de gestar y parir la vida, ya sea un bebé, una idea, un sueño o un
proyecto. Podemos vivirla como una experiencia de fusión con la Divinidad
Femenina,donde conectamos con nuestra verdadera identidad.
En la antigüedad se hacían ceremonias de la PRIMERA MENSTRUACIÓN,era un
momento sagrado en el que las niñas concluían su infancia, para entrar a formar
parte del círculo de Mujeres Fértiles. Esto ayudaba a sus hijas a tener
claridad sobre el poder de convertirse en mujeres y lo que ello conllevaba.
LA POSADA DE LA SABIDURÍA
Cuando la mujer alcanza su madurez y deja de manifestar la semilla en forma
de sangre, toda esa fuerza de vida queda dentro de ella misma, en este momento
de su ciclo alcanza su mayor fuerza y sabiduría y se convierte en
"abuela", en una mujer sabia que nutre a su familia a su cominidad.
Si la mujer durante su juventud no se ha honrado a si misma corre el riesgo de
entrar en esta etapa falta de entendimiento y comprensión de quien es,
llevandola a sentir el síndrome del "nido vacio". Encontrar un
sentido mayor a nuestra existencia es necesarío, la falta de alegría de vivir
nos lleva a la depresión y nos desconceta de la propia vida. Todos ocupamos un
lugar dentro de la creación, los ciclos nos obligan a evolucionar para poder
adaptarnos a los cambios naturales. La belleza no es patrimonio de la juventud,
la belleza es brillar en lo que uno es en cada momento.
En la MENOPAUSIA, la mujer entraba en LA POSADA DE LA SABIDURÍA,donde la
sangre retenida en su cuerpo la dotaba de poder mágico y capacidad de consejo y
guía para toda la tribu.
Las mujeres que acaban su servicio como madres potenciales, es decir, LAS
ABUELAS, también necesitan un rito que les ayude a comprender la sabiduría de
los años, es necesario que honremos a las personas maduras. Nuestras más
remotas ancestras: chamanas, curanderas y brujas, conectaban con la divinidad
cuando " Menstruaban en la tierra". A cambio la madre Tierra, les
revelaba las propiedades y medicinas de las plantas, así como las visiones y
sueños que las guiaban y sanaban a ellas y a su comunidad. Ellas vienen a
recordarnos el poder de la menstruación, y la importancia de sanar nuestra
relación con ella. Para obtener el poder de sanarnos y sanar a la Madre Tierra.
Podemos ofrecer nuestra sangre menstrual a la Tierra, para propiciar el
despertar de la Diosa y de la Sacerdotisa, en el seno de cada mujer. LA SANGRE
MENSTRUAL ES EL PODER DE LA MUJER.
OFRENDAR TU SANGRE A LA TIERRA.
Regalar nuestra sangre menstrual , nos ayudará en las dificultades
ginecológicas, problemas con la menstruación,infertilidad y obstáculos en la
concepción.
Consiste simplemente en ir cada mes a algún sitio de la naturaleza que nos
inspire, quedarnos solas con nuestra intimidad o acompañadas de nuestra pareja,
cavar con una piedra un agujerito en la tierra y depositar nuestra esencia.Si
no podemos en los días en los que estamos con la regla, la recogemos en una
botellita mezclada con agua de manantial y cuando podamos ir a la naturaleza,
la dejamos en ella toda nuestra entrega. Sin lugar a dudas, todo lo que
regalemos a la gran Madre Tierra, ella nos lo devolverá.
Siempre que viajes y te encuentres con una playa o un bosque que te guste,
podemos nutrirlo y vincularnos a él entregándole nuestro elixir, recibiremos a
cambio su enseñanza, su inspiración y su magia..Para ello guarda en una pequeña
botellita un poco de sangre diluida en coñac para que se conserve y entregarla
a ese lugar especial para ti.¿ Sabes qué pasa cuando sembramos nuestra sangre
en la madre Tierra?
Ella lee nuestra línea genética, nos reconoce porque somos sus hijas, y
sabiendo quienes somos y cómo está nuestro estado de salud física, emocional y
espiritual. Reestructura nuestros datos y empieza a trabajar para devolvernos
nuestra verdadera identidad.
GRACIAS MADRE TIERRA! GRACIAS HERMANA LUNA! (Marcela Crivelli)